Capítulo 7- Fénix.

Jessi- ¿Dónde se habrá metido Ana? Nunca está cuándo la necesitas.

Jessi- ¡Ana!

Jessi- ¡Vaya por dios! Mira dónde está.

Jessi- Bueno ¿Qué? ¡Despierta de una vez!

Ana- Ah vaya, mira quien vuelve de su retiro espiritual, ¿Todo bien por esa cabecita tuya? No te esperaba tan pronto.

Jessi- Está claro que no me esperabas no.

Jessi- Sal de mi cama o te vas a arrepentir Ana.

Ana- ¿Tú cama? Supuestamente estás durmiendo abajo otra vez con el señorito, ¿Acaso eres bipolar? No espera no, lo quieres todo de ésta casa.

Jessi- Ya está, colmaste mi paciencia ¡Ven aquí igualada del demonio!

Ana- ¡¡¡Pero qué haces loca!!!

Jessi- ¡Te voy a despelucar desgraciada que ya me tienes harta con tus gilipolleces de igualada!

Ana- ¡¡¡Socorro!!!

Jessi- ¿Pero a quién llamas? Si sabes que estamos las dos solas.

Ana- J-Jessi... Para... Me haces daño.

Jessi- ¿Te hago daño? ¿No querías esto? Sacarme de quicio... ¡Felicidades!

Ana- ¡¡¡Ayuda!!!

Jessi- Si al final... Perra ladradora poco mordedora, ¡Pues cuidado conmigo que yo si que muerdo!

Jessi- Ándate con ojo Ana, no te voy a dejar pasar ni una y esto no va a acabar aquí, ésta es la última vez que te aguanto nada, hablaré con Leonardo y ya vemos que vamos a hacer contigo pero cerca de mí no te quiero.

Jessi- Y menos cerca de él.

Jessi- Ahora ¡¡¡Lárgate a trabajar perra!!!

Ana- Señora... No sé por dónde empezar... Ha pasado algo que ni yo me esperaba.

Jayda- Abrevia que estoy ocupada.

Ana- Provoqué a Jessi cómo usted me dijo.

Jayda- ¿Y?

Ana- Me pegó... Casi me mata la muy loca.

Jayda- Genial.

Ana- ¿Genial? Te estoy diciendo que casi me mata.

Jayda- Eso quiere decir que te tiene poca paciencia y volverá a saltar si la vuelves a provocar, tú no me preocupas, si me estás llamando es que estás bien.

Ana- Me amenazó con hablar con su hijo.

Jayda- Eso déjamelo a mí... En un rato iremos por ahí que justo es el cumpleaños de la desgraciada, si me saca el tema intercederé por ti como hago siempre.

Ana- Gracias señora.

Jayda- Venga déjate de llorar, que no te vea débil.

Leonardo- ¡Qué bien que hayas llegado justo para tu cumpleaños! Ya estaba pensando en volverme a Bridleton Bay para celebrarlo contigo allá... ¿Qué tal te fue en el orfanato?

Jessi- Mira ni me hables primero estaba cagada de volver ahí... Ni con Evelyn me sentí así... En fin... Lo peor no fue eso sino que Dimas quién yo creía conocer y qué me conocía, me juzgó... Es que ni siquiera me creyó a mí... Confiaba en la versión de mí que le habían dado.

Jessi- Que lo haga cualquier otra persona vale... ¿Pero él? ¡Que crecimos juntos!

Leonardo- En su defensa puedo decir que la gente cambia mucho Jessi... Igual la persona que se lo contó era de fiar para él.

Jessi- ¡Pero que ni me dio el beneficio de la duda!

Jessi- No si al final fue un error ir... No sé ni para qué fui, total ya tenía lo que necesitaba de ese viaje.

Jessi- Y espera que no he acabado lo peor fue al llegar aquí.

Leonardo- ¿Y ahora qué te pasó Jessi?

Jessi- La igualada de Ana, durmiendo en la cama de invitados, que aún ni había sacado mis cosas de esa habitación, mi armario revuelto... ¿Tú te lo puedes creer?

Leonardo- Hablaré con ella... Me tendrá que explicar.

Jessi- No si no hace falta, ya le he zurrado, la dejé como un cuadro... Te puedo asegurar que no se acercará a mis cosas más, y si lo hace o está más loca que yo o le va la marcha.

Leonardo- ¿Qué hiciste qué?

Jessi- Se lo merecía, me provocó cuándo se despertó y no quería bajarse de la cama, que encima estaba trabajando, así que la arrastré de ella.

Leonardo- Eso si que no te lo voy a pasar... Primera y última vez que tu agredes a alguien, al menos no en mi casa... Me da exactamente igual cómo haya sido, ya hablaremos los tres de esto.

Jessi- Quiero que se vaya Leonardo.

Leonardo- Eso no va a pasar Jessi.

Jessi- ¿Ah no? Perfecto, entonces no me pidas que me contenga si me vuelve a provocar porque no lo haré, sea tu casa o no.

Leonardo- Mira, vamos dejando este que yo venía de muy buen humor y me estoy poniendo bastante caliente y no en el buen sentido ¿Quieres? Vamos afuera que te tengo una sorpresa por tu cumpleaños y no quiero que se fastidie más la noche.

Leonardo- Yo sé que tienes tu carácter... Pero esas no son formas Jessi... Ni aquí ni en ningún lado... Quiero que te disculpes con ella.

Jessi- Ya, eso no va a pasar... Pero no pasa nada ni te preocupes mira, una cosa nueva que añadir a la lista para cuando me toque ir con la psicóloga que me has puesto.

Leonardo- Podrías hablar con ella que estás también todo el día a la defensiva ¿No crees? No soy tu enemigo... Dicho esto.

Leonardo- Felicidades.

Jessi- No te creo... ¿Qué hacen aquí?

Leonardo- A Sharon le pareció bien que salieran aunque sea un par de horas... A mi también me extrañó pero bueno.

Jessi- ¡Chicas! ¿Cómo estáis? ¡Hay que ganas tenía de veros! Oye me faltan Pepper y Cherri ¿Dónde están?

Sharon- Pepper está en otro club ahora... Y Cherri... Pues no quiso venir.

Olive- Tendrás que conformarte con nosotras... Feliz cumpleaños... Supongo.

Jessi- Muchas gracias chicas, por venir.

Jayda- Hay algo raro en ella. -pensó.

Jayda- Muchas felicidades mi nuera hermosa... ¿Cómo estás?

Jessi- Muy contenta muchas gracias Jayda por venir también... No se me ha olvidado la cena en tu casa... Hemos estado muy ocupados.

Jayda- Si, lo sé, espero que el viaje estuviese bien.

Jessi- Si bueno más o menos.

Olive- Topanga cambia esa cara de asco. -susurro.

Topanga- La que tengo rubia, para una vez que puedo salir y es para venir al cumpleaños de ésta.

Jessi- Topi, ¿Podemos hablar solas? Por favor.

Topanga- Podemos.

Jessi- ¡Me alegro tanto de verte! Dame un abrazo anda.

Topanga- No... No vine a abrazarte la verdad.

Topanga- No sé de qué te sorprendes, he venido aprovechando la oportunidad de poder salir del club, aunque fuese venir aquí a verte la cara.

Jessi- Yo pensé que me habías perdonado.

Topanga- ¿Perdonar? Me abrí a ti y confié en ti y tú me dejaste tirada, que si que vale que no pudiste o no quisiste hacer nada por nosotras y todo lo que tu quieras... Pero es que ahora tampoco lo estás haciendo, estás viviendo tu vida como buenamente puedes o quieres, eso me da igual... Así que yo hago lo mismo... He venido a beber, a reírme y despejarme del antro en el que vivo... Así que si no te importa no me amargues más de lo que ya estoy ¿Vale?

Jessi- ¿Pero qué querías que hiciera?

Topanga- ¿No lo entiendes no? Que ya da igual ya no puedes hacer nada para recuperarme si es lo que estás intentando... No quiero saber nada de ti Jessi, disfruta la vida que tienes ahora, que nunca se sabe cuándo puede cambiar la suerte.

Jayda- Hasta que por fin te encuentro sola... ¿Problemas con el sol?

Topanga- Ahórrate también el chiste de los ajos ¿Quieres? ¿Dónde dejaste la escoba bruja?

Jayda- Estamos en la misma onda por lo que veo.

Jayda- Y más que lo vamos a estar... ¿No te gusta la homenajeada cierto?

Topanga- Que perspicaz eres... No me lo digas.. ¿Te diste cuenta por las caras de amor que le dedicaba? ¿O quizás fueron las muestras de cariño? No, no me cae bien, tenemos cuentas pendientes... ¿Y a ti? Ese abrazo fue tan conmovedor como falso.

Jayda- Se está metiendo demasiado dónde no debe y al final me va a encontrar.

Topanga- Pues si me aceptas un consejo... No dejes que avance mucho más... Ésta es una mosquita muerta, cuando te des cuenta tendrás nietos de ella.

Jayda- Veo que sabes quién soy.

Topanga- ¿Con quién crees que hablas?

Jayda- Ésa no se va a quedar ni con mi hijo, ni con todo esto, que me ha costado lo mío ganármelo... Para dárselo a mis hijos y que luego vengan las arpías a reclamarlo.

Jayda- ¿A ti tampoco te gusta por lo que veo...?

Topanga- Hubo un tiempo en que fue mi "hermana" pero me cambió por tu hijo.

Jayda- Por poco tiempo.

Topanga- A mi sinceramente, me da igual lo que hagas con ella, cómo si te la quieres comer bruja.

Jayda- Ya que veo que tú la conoces... ¿Qué te parecería unirnos?

Topanga- ¿Para qué?

Jayda- Para acabar con ella, éste papel de suegra amorosa no es lo mío, y ella en particular, no me gusta para mi hijo.

Topanga- A mi la verdad que a estas alturas ella me resulta bastante indiferente, pero oye, si necesitas ayuda seguro que tu mini espía ya te ha dicho dónde me puedes encontrar... Así nos divertimos un rato.

Topanga- Ahora deja de monopolizarme, que tu y yo no nos conocemos de nada, vuelve a tú actuación.

Jayda- Que remedio.

Jayda- ¡Hasta que por fin te encuentro! Ya me iba a marchar sin hablar contigo... ¿Qué haces aquí?

Ana- Nada... Sin más... Ya he acabado mi trabajo y no quería estar con esas perras y menos Jessi.

Jayda- ¿No me digas que te escondes de ella? ¡Lo que me faltaba! ¿Y eso a qué se debe? ¿A que te puso la mano encima?

Jayda- ¡Pero si tú has hecho cosas peores! Alucino contigo Ana.

Ana- Sí, he hecho cosas peores, porque tú me lo has ordenado.

Jayda- ¿Qué?

Jayda- ¿Y de cuándo acá yo te he obligado a hacer algo? Lo has hecho porque te ha dado la real gana y porque lo has cobrado... Lo que pasa ésta vez es que no es la típica que se va a dejar de una flacuchenta como tú... Así que ponte las pilas, porque no quiero tener que cerrarte la boca a ti también.

Jayda- ¿Cuál es el problema? ¿Qué te pegó? Pégale tú también, ni que fuera la primera vez, déjala calva, igual le haces un favor.

Ana- Yo no te entiendo eh... Primero no Ana no, sé buena e invisible, y ahora líate a tortas... ¿Y qué pasa con Leonardo?

Jayda- ¿Qué pasa de qué?

Ana- Entre ella o yo la elegiría a ella, para eso están juntos ¿No?

Jayda- De mi hijo me encargo yo, si pasa eso yo intercedo por ti.

Ana- Que intercedas por mí no cambiará la imagen que tendrá mía.

Jayda- Una cosa te voy a decir y más te vale que te quede bien clara Ana, mi hijo no está a tú alcance, que veo por dónde vas.

Ana- No señora... Cómo cree que yo.

Jayda- Más te vale, porque si no dejo que ésta arrimada esté con el, menos tú, que eres de lo peor... Y ahora lárgate de aquí, vete a servir copas o lo que te dé la gana y me informas.

Ana- Sí señora.

Jayda- Otra cosa, mañana búscate la vida para venir temprano a mi casa, tenemos que hablar con alguien que me ha ayudado.

Ana- Sí... Señora.

Ana- Está claro que ninguna es lo suficientemente buena para el querido Leonardo. -pensó.