Capítulo 3- ¿Adopción?

Jessi- Un día llego una pareja buscando una niña y Clara les explicaba que sólo quedaba yo, que no sabía nada de mi procedencia y que era de color, en esa época aun estaba mal visto. Pareció importarles poco así que me los presentó.

Jessi- Se llamaban Rebecca y Jonathan Archer, tenían una hija ya; Evelyn. Yo estaba súper emocionada imagínate, querían saber de mí y si todo salía bien iba a tener una familia y una hermana... Y por si fuese poco ¡Vivían en una granja enorme con personal que te atendían todo el día!

Jessi- Yo les hablaba de mí, les conté todo lo que me había enseñado Clara y lo que me gustaba a mí, el violín entre otras cosas.

Jessi- Después de un día juntos decidieron que me fuese con ellos ¡Ya tenía familia!

Jessi- El día de la "recogida" mandaron al ama de llaves por mí, se llamaba Keiko y tenía algo no sé qué, que nunca me gustó de ella. Supongo que tendría que haber pensado mal desde ese momento... ¿Quién manda a su ama de llaves a recoger a alguien que adopta?

Jessi- Clara me explicó quién era y que me recogía ella porque "mis padres" eran muy importantes y estaban ocupados (Me encantaba cómo sonaba eso de mis padres).

Jessi- Me recordó hasta la saciedad que me comportase como una señorita educada y fuese buena.

Jessi- Llegó la hora de irnos.

Keiko- No te emociones niña, los señores no serán tus padres y nunca estarán pendientes de ti, vas al infierno.

Jessi- La granja en cuestión era preciosa, la amé al instante.

Mayordomo- Hoy llega la niña Carmen, estará a nuestro cuidado así que mas vale que la tengamos vigilada y le enseñemos bien, si no nos castigarán a nosotros...

Jessi- Si te digo que nadie fue a recibirme salvo el servicio... Jonathan se pasaba el día con Evelyn jugando, tenía una especie de depresión y se refugiaba en ella. Evelyn por otra parte era inaccesible para mí.

Jessi- El único lugar dónde podría ser niña y jugar era bajo las sábanas de mi cama, en la habitación que compartía con el servicio.

Jessi- Al final estaba peor que antes.

Jessi- Todas las atenciones eran para Evelyn, yo estaba pero como si no lo estuviese.

Jessi- Al poco de vivir en la casa entre al granero y para mi sorpresa el interior era un parque infantil o algo mejor... En mi vida había visto algo así... Pero me duró bien poco, ahí llegó Keiko para dejarme claro que ese no era mi lugar.

Jessi- Y para sacarme de él y llevarme a dónde según ella consideraba que pertenecía, la cocina.

Jessi- Ahí encontré algo más que mi lugar, la primera persona en esa casa que me miraba y me veía como a una más, Carmen. Se pasaba el día en la cocina y ahí entablábamos conversación.

Jessi- Me gustaba mucho, se veía reflejada en mí, ella también había vivido lo que yo así que me comprendía. Al parecer todas las sirvientas de esa mansión fueron en algún momento unas desgraciadas y la verdad es que me gustaba, estaba como las cabras.

Jessi- Por otra parte el mayordomo no me daba ni bola, tampoco existía para él.

Jessi- Evelyn era la afortunada de la casa, ella sí podía ir a la escuela y cuando no estaba en ella aprovechaba para crear problemas.

Jessi- De los cuales siempre tenía la culpa yo, aunque no estuviese ni en la casa.

Jessi- La limpieza corría a mi cargo claro, era lo que me habían enseñado.

Jessi- A pesar de todo lo malo ahí estaba siempre Carmen consolándome, me reconfortaba haber recuperado algo de lo que perdí de Clara cuando me fui del orfanato.

Jessi- Los años iban pasando y al final estaba igual que cuando llegué... O peor si cabía.

Jessi- A medida que iba pasando el tiempo la familia ganaba más dinero y menos relevante era yo para ellos.

Jessi- Cada vez había más personal. Y a mi silenciosamente me unieron a ellos.

Jessi- Con la particularidad de que siempre lo peor me tocaba a mí.

Jessi- Con Evelyn la cosa nunca fue bien, no me quería y tampoco se esforzaba por ocultarlo.

Jessi- Más bien se empeñaba en demostrarme lo mucho que le molestaba mi presencia. La situación se fue de madres en muchas ocasiones.

Jessi- Un día pasó algo que lo cambió todo: Se produjo un incendio justo en la cama que yo duermo, ardió gran parte de la casa.

Jessi- Incluso hubo un muerto, el mayordomo (Total, nadie lo echará en falta).

Jessi- Asumieron como era obvio que la culpa fue mía, no me dejaron ni explicarme.

Jessi- Había tres personas en esa casa que me odiaban pero ¿Tanto como para ponerse en peligro ellas mismas? Al parecer sí.

Jessi- Llegamos incluso a las manos y fuera de sí, mi "madre" me echó de casa.

Jessi- ¡¡¡A MÍ!!! Que nunca hice nada malo, más bien les aguanté todo.

Jessi- Keiko y Rebecca conspiraban en mi contra, a día de hoy sé que sólo me querían para que fuese parte del servicio, honestamente, me hubiesen dejado en el orfanato.

Jessi- Tiempo después me enteré de que Keiko estuvo atrapada en una red de trata de blancas y Rebecca la ayudó a salir (Para lo mismo que a mi obviamente) Y la puso de ama de llaves de la casa.

Jessi- Rebecca "recompensó" a Keiko por su trabajo... Y le pidió que llamase a alguien envuelto en esos temas para que me llevase a mí también. Ya se había cansado de mí.

Jessi- Y yo, muy ilusa de mí, arreglando el destrozo que no ocasioné.

Jessi- A Keiko le faltó tiempo para ordenar que hicieran las maletas para mi salida definitiva de la casa.

Jessi- Esa noche mi vida volvió a cambiar drásticamente, a peor, claro pero aún no sabía hasta que punto. Había llegado alguien por mí.

Rebecca- Buenas noches Alfred, pase. Tengo un problemilla que usted va a solucionar y saldremos ganando los dos. Quiero que se lleve a una chica, mi "hija" adoptiva ahora mismo es parte del servicio nadie la echará de menos. Yo sé a lo que se dedica, Keiko vino de su mundo, se la "compré" hace años a su padre.

Alfred- No es tan fácil hacer "desaparecer" a alguien señora, ni barato tampoco.

Rebecca- Hagamos algo, un contrato, yo le pago los costes del transporte de la chiquilla y algo para usted por las molestias y cuando ella empiece a ganar dinero de lo que sea repartimos, 60% 40% ¿Qué le parece?.

Jessi- A Rebecca le daba lo mismo mi suerte, no le importaba perder dinero, ahora mismo le molestaba más mi presencia.

Alfred- Esto está muy bien señora, pero quiero algo más y no es negociable, si algo sale mal el que cae soy yo... Así que al menos quiero irme feliz por si las moscas.

Rebecca- ¿Qué quiere?

Alfred- No se haga... A usted.