Capítulo 1- Cambios.

Jessi- Lo último que hubiese pensado es que al final si que iba a conseguir salir del club... -pensó.

Jessi- Y de qué manera... Se cerraban unas puertas muy pesadas de mi pasado (A medias) Y se abrían otras; Las cuales me gustaban y me atraían más y no era consciente de hasta qué punto.

Jessi- Tal vez si que echaría algo en falta... Las personas que dejaba atrás y más cuando la despedida había sido así.

Jessi- Estoy lista para irme al fin.

Leonardo- ¿Lo tienes todo?

Jessi- La verdad es que sí, lo que llevo puesto, no me han dejado sacar nada más... Tampoco creo que hubiese podido usarlo para ir a comprar el pan como quien dice... Ya me las arreglaré.

Leonardo- No te preocupes, cómo ya me lo imaginaba me he tomado la libertad de llenar la agenda para hoy, con paradas para compras, entre otras.

Jessi- No deberías, no sabes hasta qué punto has hecho por mí, no me alcanzará para pagártelo.

Leonardo- ¿Y quién dijo que espero que me lo pagues?

Jessi- Yo. Es lo mínimo, no pretendo que me saques de todos los apuros siempre.

Leonardo- No te haces a la idea de hasta qué punto puedo pagar y hacer por ti.

Jessi- ¡Pues relájate coño! Que yo no puedo hacer mucho por ti ahora mismo.

Leonardo- Ya lo haces... venga, mejor nos vamos de aquí antes de que cambien de idea.

Leonardo- Primera parada: El salón de belleza de mi amiga Hiba; Ella se encarga personalmente de preparar a las modelos que le traemos de la agencia familiar.

Leonardo- ¿Y esa cara? ¿Estás bien?

Jessi- Sí, es sólo que choca lo diferente de nuestras vidas ahora que me pongo a analizarlo, desde las veces que salíamos a cenar incluso en el viaje.

Jessi- Para ti todo esto es normal y es lógico cuando lo tienes todo lo das por sentado... Pero no para mí, el simple hecho de ir a una peluquería es todo un acontecimiento y una experiencia nueva.

Leonardo- Vaya, tienes razón... Nunca lo había visto desde esa perspectiva.

Jessi- Claro, lo tienes todo, yo siempre tuve que hacérmelo todo yo, es normal tu nunca has pasado necesidades.

Hiba- ¡Vaya! Dichosos los ojos que te ven por aquí, no me lo digas, te has acordado de que tienes una amiga vieja y olvidada aquí ¿A qué sí?

Leonardo- ¡No seas tonta! Sabes que me acuerdo de ti, no montes un drama que nos conocemos.

Hiba- No seas aguafiestas, sabes que lo digo por meterme contigo, que hace mucho que no vienes tu por aquí, siempre se pasa tu hermana y ya.

Hiba- Aunque veo que tu visita no es simple cortesía ¿Quién es?

Leonardo- Una amiga.

Hiba- Ya ¿Qué tipo de amiga?

Leonardo- Venga Hiba no seas cotilla, ya te contaré.

Hiba- Bueno linda, yo soy Hiba, ¿Qué querías hacerte? ¿Algo en especial?

Jessi- No lo sé, la verdad, algo no muy drástico supongo.

Leonardo- ¿Probamos a dejarle el pelo liso de momento? Con cambio de maquillaje y ropa nueva ya te verás diferente.

Hiba- ¿Tú qué opinas? ¿Algo que objetar?

Jessi- No, probemos con eso, cualquier cosa que me haga será mejorar, supongo.

Hiba- Ahora que nos hemos quedado solas, me puedes contar. Si quieres vamos.

Jessi- ¿Qué quieres saber, Hiba?

Hiba- ¿Qué te traes con Leonardo?

Jessi- Básicamente lo que el te dijo, somos amigos, muy buenos amigos.

Hiba- Ya claro.

Jessi- Siento que te decepcione el chisme pero es así, no tenemos nada romántico, al menos que yo sepa.

Hiba- Ya estás lista, ahí tienes un espejo para que te veas.

Hiba- Vamos a retomar el tema de Leonardo brevemente antes de que vuelva por ti. Te preguntaba, no por indiscreción (Que también) Sino porque el me ha traído a "amigas" en contadas ocasiones y siempre es por el mismo motivo.

Jessi- ¿Y ese es?

Hiba- Cambiarte.

Jessi- Pues claro... Estamos en un salón de belleza.

Hiba- No te lo tomes a juego niña, no dudo que te pueda querer o algo, pero te cambia buscando aprobación.

Jessi- ¿Tuya?

Hiba- De su madre, su círculo, su posición llámalo rana llámalo "x", es obvio que no estáis al mismo nivel... Anda con ojo, otras como tu han caído antes... Si te ha traído es por algo pero no te fíes de su entorno, te he avisado.

(Un par de simoleones y una galleta menos)

Jessi- Te has pasado, no necesitaba tanta ropa y hay cosas que... Dudo que me ponga nunca la verdad.

Jessi- No tienes que comprarme la tienda entera para que te agradezca o te quiera más, no estoy en venta, no tienes que comprarme.

Leonardo- No seas retorcida ¿Quieres? Necesitas ropa para cualquier ocasión y ya, nunca se sabe.

Jessi- No me habías contado que tenías tan buenas amigas como Hiba.

Leonardo- ¿Celosa? Es mayor que mi madre, la conozco hace muchos años le tengo mucho cariño, es como de la familia.

Jessi- Ella también te lo tiene, se ve

Leonardo- Sí, a veces es peor que mamá.

Jessi- ¿Es cómo tú?

Leonardo- ¿Mi madre? ¡Qué va!

Jessi- ¿Cómo es? Yo lo más próximo que he tenido a la palabra "madre" fue Clara; La mujer que me crio en el orfanato y Carmen, en la casa de los Archer, de Clara no supe más, me gustaría volver a ver lo que queda de mi pasado "feliz".

Leonardo- Ahora puedes... Respondiendo a la pregunta, mi madre siempre ha sido muy fría conmigo y con Georgia, mi hermana, nos relacionamos más por el trabajo la verdad.

Leonardo- ¿Qué planes tienes ahora que eres libre?

Jessi- Quiero hacer muchas cosas, lo primero recuperar mis papeles... La última vez que supe de ellos fue en casa de los Archer, pero tras el incendio es posible que se hayan perdido... Así que tocará volver a sacarlos... Quiero estudiar, tener un trabajo... Un fondo y así no tener que depender de nadie... Por lo que pretendo estar poco en tu casa, bastante gorrona me siento ya.

Leonardo- No empieces con lo mismo otra vez ¿Quieres?

Jessi- Para ti es fácil, yo tengo una mano delante y otra detrás.

Leonardo- Si quieres yo te pongo las manos.

Jessi- Vengaaa, tómame en serio no seas tonto.

Jessi- Nunca había estado en una zona tan cara... Ni cuando fui a la casa de Louie.

Leonardo- Louie habla mucho, sólo tiene lo que viste.

Jessi- ¿Sabes? Cuándo te conocí me pareciste horrible que lo sepas, la prepotencia y la chulería que te gastabas... La forma que tenías de alardear de lo que tenías.

Leonardo- Bueno no te ofendas, eras puta, me habías gustado y tenías que dejar a Louie y venirte conmigo, en ese entonces no sabía cómo íbamos a acabar.

Leonardo- Bueno, hemos llegado, ésta es mi casa.